Diario Información,Villena,14.08.2013
La especie de rapaces llevaba varios años sin anidar en este Espacio Natural del municipio La presencia de los ejemplares se ha detectado a través de un programa de la Diputación

I. A.
Una pareja de águilas reales ha vuelto a criar en la sierra de Salinas, en el término municipal de Villena, tras varios años sin anidar en la zona. Los ejemplares han regresado a uno de los nidos ubicado en el paraje de Peñas de Sol y han conseguido sacar adelante a una de sus crías.
El estudio de las aves rapaces se enmarca dentro de un programa de crías de águilas reales que lleva a cabo la Diputación Provincial de Alicante a través de Alicante Natura. A través e esta iniciativa se lleva a acabo el seguimiento de las parejas reproductoras y la adaptación del enclave a las características del hábitat de esta especie.
El águila real es una especie en peligro de extinción debido a la desaparición y alteración de su hábitat, por lo que se encuentra protegida, al igual que el resto de aves rapaces.
Estos animales habitan en zonas montañosas del interior de la provincia de Alicante, en territorios con abundante caza.



En el Espacio Natural de Peñas de Sol, en Villena, se han contabilizado hasta ochenta y nueve clases distintas de aves de las que cincuenta y dos nidifican en la zona, como las águilas reales, que lo hacen en los cortados rocosos existentes en este paraje. También lo hacen otras especies como el azor, gavilán y el cárabo.
El diputado de Medio Ambiente, Javier Sendra, calificó de «muy positivo» el hecho de que una pareja de águilas reales haya vuelto a nidificar en el citado paraje. Asimismo resaltó la importancia del programa de crías puesto en marcha por Alicante Natura, «ya que nos permite ser optimistas respecto al futuro de esta majestuosa y emblemática rapaz característica de nuestros montes».
El águila real instala varios nidos en paredes rocosas inaccesibles y los utiliza alternativamente dentro de su territorio. Esta rapaz pone de uno a tres huevos, aunque lo habitual suelen ser dos, que incuban durante cuarenta días. Los pollos permanecen en el nido aproximadamente durante dos meses, momento en el que comienzan a volar junto a sus padres y aprenden a cazar hasta adquirir su total independencia. Al igual que otras aves, la puesta de dos huevos responde a una estrategia reproductora, de modo que en años «buenos» conseguirán sacar adelante a los dos, mientras que en años «malos'» sólo el primero, el más grande, será el que prospere.