Diario Información,Villena,16.03.2013
La Asociación Encuentros del Vinalopó exige a la Confederación del Júcar que establezca un caudal ecológico fijo para el cauce
PÉREZ GIL
La estación depuradora de aguas residuales de Villena vierte al año dos hectómetros cúbicos de agua y a partir de ahora los regantes podrán destinar, para las viñas y árboles frutales, más de la mitad. En este caso el agua tiene un precio mucho más asequible que el que pagan actualmente por la que extraen de unos pozos sobreexplotados, lo que redundará en beneficio de los agricultores y de los acuíferos, pero también de los cuatro ayuntamientos que ahorrarán unos 60.000 euros anuales en el canon de vertido que vienen pagando a la CHJ.
Sin embargo, para los miembros de la Asociación Encuentros del Vinalopó la medida que ha promovido la Comunidad General de Usuarios del Alto Vinalopó, y que se quiere comenzar a aplicar a mediados de abril, supone una "condena a muerte" para un cauce que lleva décadas sobreviviendo en unas "condiciones extremas" de contaminación, marginación y abandono. De todo ello se habló anoche en el Forn Cultural de Petrer, donde la secretaria de Xúquer Viu, la economista Graciela Ferrer, ofreció una conferencia titulada "Los ríos, mucho más que H2O: hacia una nueva cultura del agua". Una interesante charla a la que siguió una mesa redonda que forma parte de las actividades de la séptima edición de las Jornadas por la Defensa del Río Vinalopó.
Para la experta "en cuanto esta medida se aplique la muerte del Vinalopó va a ser fulminante".
Las condiciones que ha impuesto el Ayuntamiento de Villena para utilizar el agua de la depuradora es que se garantice su calidad sanitaria, que sólo se destine para el riego de la vid y los frutales, y que se mantenga un caudal ecológico de 10 litros por segundo a la Acequia del Rey que conecta, a su vez, con el cauce del Vinalopó. Sin embargo, los ecologistas de Encuentros del Vinalopó consideran que la cantidad de 10 litros por segundo es totalmente insuficiente, además de que no hay garantías legales de que se vaya a cumplir. Por eso insistían anoche en exigir a la Confederación Hidrográfica del Júcar que fije un caudal ecológico estable de retorno de las aguas de todas las depuradoras de la comarca al cauce. Algo que hasta el momento la CHJ no contempla ni siquiera en los estudios previos del plan de cuenca. Y, aunque el caudal ecológico no es la solución final, sí que resulta indispensable -según señala Javier Martínez- para mantener la esperanza de recuperar un ecosistema único.
